¿Y tú de quién eres?, ¿de Papá Noel o de los Reyes Magos?

Yo no tengo duda, de los Reyes Magos. La razón más típica es la de la tradición española. Pero no por ser la más manida, deja de ser cierta, porque sí, los Reyes Magos son nuestros, muy nuestros, mientras que Papá Noel no lo es. Además, los de Oriente vienen con sus regalos desde hace mucho más tiempo y por esa sencilla razón se les tiene más cariño.

Piénsalo fríamente: ese señor tan gordo, vestido de rojo y blanco, con una larga barba cana y el pelo largo también…  No es de aquí, está claro. Si fuese nuestro, sería un viejete agradable, pelo canoso pero corto, entrañable… Más parecido a cualquiera de nuestros abuelos, sin duda.

Es cierto que los Magos vienen de Oriente, y que tampoco tienen un aspecto muy ibérico, pero llevan tantos años viniendo a visitarnos que son más españoles que muchos de los que viven aquí: vienen de Oriente, pero nunca se les ha puesto sushi para cenar, ni rollitos de primavera, son más de turrón de Jijona y doy fe de que el jamón les encanta; y les puedes poner cava para acompañar, pero lo que de verdad agradecen es un buen Ribera del Duero. ¡Ah! Y los camellos siempre beben agua, nada de té.

Pero la principal razón por la que soy de los Reyes Magos es muy sencilla: mis padres. Sí, porque ellos han sido los que, desde antes de tener uso de razón, me inculcaron una ilusión tan grande por ese día. Su trabajo les ha costado siempre, porque ¡cómo se lo curran! (sí, lo siguen haciendo). Si no hay zapatos limpios en el salón, no hay regalos. Si no te ibas a dormir y dejabas de dar guerra, nada de nada. Si te levantabas antes de que amaneciera, ibas a despertarles, te mandaban (muy educadamente) de vuelta a la cama, pero te dejaban asomarte al salón para comprobar si los Reyes habían pasado ya por casa. Claro, los regalos ya estaban allí, ¡a ver quién se dormía a partir de ese momento! Pero muy obedientemente yo me volvía a la cama a aguantar un poquito más… Eso cuando al abrir la puerta de mi habitación no me encontraba un camino de regalos hasta el salón. ¡Era tan emocionante! Bueno, y sigue siéndolo, insisto. Lo único, que ahora en vez de pedirme que no madrugue tanto, me piden que no vuelva demasiado tarde de fiesta la noche previa...

Pero la ilusión de este gran día empezaba ya la tarde del 5 de enero con la Cabalgata de Reyes. En Sepúlveda, sí, mi pueblo, con poco más de 1000 habitantes, se organiza una cabalgata que muchas ciudades quisieran para sí. Con un frío que pela, la plaza se llena de gente (niños y mayores), para recibir a los Reyes Magos y a toda su comitiva como se merecen. Porque Melchor, Gaspar y Baltasar no vienen solos, cada uno en su carroza, les acompaña un séquito que no veas: pajes, la guardia hebrea, majorettes, banda de música, la Guardia Civil, el Cartero Real (que unos días antes ha pasado a recoger las cartas de los más pequeños), el camión de regalos… ¡Todo un espectáculo!

Me acabo de dar cuenta de que la Cabalgata de Sepúlveda se merece una entrada en este blog por sí misma. Desde hace unos años tengo el placer de ser una de sus presentadoras, así que la primera entrada del año será esa: la Cabalgata de Reyes de Sepúlveda.

Bueno, en lo que estábamos, los Reyes Magos. Que para mí son, y nunca mejor dicho, los Reyes de las Navidades, el colofón a unos días de reuniones familiares y de amistades. Un día que rezuma ilusión, felicidad, alegría… La emoción que transmiten los ojos de un niño viendo a los Reyes Magos es indescriptible.

Y como quiero que todos disfrutéis de ese día como yo lo hago, no os puede faltar la mañana del 6 de enero un paquetito junto a vuestros lustrosos zapatos. Voy a daros algunas ideas para que incluyáis en vuestra carta a los Reyes Magos ¡todavía estáis a tiempo!

- Regalos originales a la par que únicos, así son cualquiera de las creaciones de Visual Shopper. Y qué es Visual Shopper, pues una marca que desarrolla tendencias visuales para aplicarlas en diferentes formatos como el diseño gráfico y editorial, interiorismo y escaparatismo. Su producto estrella para estas Navidades son “sus chicas”, las Catrinas: bustos pintados a mano muy útiles como joyeros o simplemente como elementos decorativos y ¡totalmente personalizados!

- Libros. Entre mis peticiones no falta nunca una buena novela. Este año os recomiendo la primera obra de Javier Lobo, Conversaciones con Hugo. Para más info, date una vuelta por la anterior entrada de este blog.

- Regalar belleza no es mala idea, ¿verdad? Y mucho más fácil de lo que pueda parecer. Tratamientos de chocolaterapia, relajantes masajes, manicura, limpieza facial… Yo me pongo en las manos de los profesionales del centro de estética Sensebene Clara del Rey de Madrid. Y si no te decides por un tratamiento en concreto, apunta en la carta su tarjeta regalo, ¡aciertas seguro!

- Niños. Si los más pequeños de la casa conocieran Living Baby no dudarían en incluir en su carta a los Reyes Magos cualquiera de las monerías que allí tienen: ropa, complementos, decoración, libros… Están en Getafe, pero tienen tienda online.

- Moda. Para dar a tu look un aire fashion, pásate por Sepúlveda Viva. Esta empresa se dedica a las visitas teatralizadas, pero en su tienda, además de suvenires de Sepúlveda y la zona, encontrarás complementos y bisutería, ¡a muy buen precio! Y totalmente a la moda.

- Complementos de inspiración taurina que son auténticas joyas. Así son las creaciones artesanales de Aguja de Arte: pulseras, bolsos, zapatos, colgantes, moda... En cuanto lo veas, te lo vas a querer pedir todo. 

- ¿Y si tentamos a la suerte? ¡Pídete un décimo de Lotería! Igual te estás pidiendo un dineral… La mañana del 6 de enero te despiertas como siempre, y al rato, en el Sorteo de El Niño, ¡te haces millonario! Y ya sabes, la lotería de la Administración El Salvador, de Sepúlveda, es mágica…

Bueno, y tú, ¿qué te vas a pedir?